Ya todos en Venezuela pueden disfrutar la expansión de la popular saga de Depredador con el estreno oficial, solo en cines, de Depredador: tierras salvajes. La nueva película que ya se puede admirar en la gran pantalla cuenta con una carismática dupla protagónica: Elle Fanning (Thia/Tessa) y Dimitrius Schuster-Koloamatangi (Dek). La nueva cinta marca el regreso de Dan Trachtenberg como director tras el éxito de Depredador: la presa, y se centra en la alianza inesperada entre dos personajes que se embarcan en un peligroso viaje en busca de un digno oponente.
Con el estreno ya disponible en cines, Elle y Dimitrius comparten recuerdos, anécdotas y reflexiones sobre sus personajes y la experiencia de rodaje de Depredador: tierras salvajes.
Contagiados por el entusiasmo de Dan Trachtenberg:
Cuando los protagonistas de la nueva película supieron que serían parte de la franquicia de Depredador, sintieron ilusión de inmediato ya que ambos eran fanáticos de la saga y habían disfrutado especialmente del trabajo de Trachtenberg en Depredador: la presa. El proyecto se volvió aún más especial cuando conversaron con el realizador y él les contagió el entusiasmo que siente por el universo de Depredador.
Cuenta Elle: “Me envió el guion, lo leí, y tuvimos una videollamada en la que me mostró unas ilustraciones increíbles del mundo y me explicó su idea de lo que quería contar con esta historia. Escucharlo hablar de ello y ver su pasión fue muy emocionante”.
Agrega Dimitrius: “Basta con hablar con él para darse cuenta de que es un gran fan de la franquicia, del personaje y del universo de Depredador en general. Tener a alguien tan apasionado por este mundo, aportando ideas nuevas y geniales a una franquicia tan icónica, es como tener el ingrediente secreto. Se nota ese amor, le sale por los poros”.
La pasión del director se trasladó automáticamente al set, donde los actores disfrutaron de cada día de rodaje en colaboración con Trachtenberg. Dice Elle: “Él y yo estábamos en las trincheras todos los días, literal y figurativamente. Fue sangre, sudor y lágrimas para ambos, en el mejor de los sentidos. Dan es maravilloso con los actores. Ama las escenas, ama los diálogos. Hizo que cada instante de la experiencia se sintiera lo más auténtico posible”.
Dimitrius, en tanto, destaca la claridad de visión del realizador, así como su energía positiva. “Realmente te hacían sentir parte de algo especial y todos los días te daban ganas de ir a trabajar”, dice.
Desafíos actorales sin precedentes:
En la película Elle interpreta a un robot de tecnología avanzada, partida en dos y sin piernas, atrapada en un nido en Genna, un planeta peligroso donde cualquier cosa puede matarla. La actriz pasó gran parte del rodaje sentada en un arnés o con las piernas sujetas con cables, de manera que no tocaran el suelo.
Dice Fanning: “La fuerza que requiere estar en los cables es considerable. Dimitrius y yo estábamos enganchados espalda con espalda todo el tiempo, volando por el aire estando sujetos. Había que calcular el peso y la distribución del cuerpo, y aprender el método de la carretilla, en el que me sentaba en una carretilla y Dimitrius me llevaba. Luego, se extraía con efectos visuales, pero él tenía que cargarme cuesta arriba y hacer todo tipo de cosas”.
En las escenas en tierra, la producción cavaba zanjas para que ella se sentara dentro. Además, debió aprender a moverse con fluidez, al estilo de un robot de última tecnología. Para dar vida a Dek, el Depredador, Dimitrius debió prepararse en varios aspectos. Por un lado, recibió entrenamiento para dominar el yautja, un idioma especialmente creado para la película.
Relata el actor: “Al principio fue difícil porque me obligaba a usar músculos diferentes en la garganta, pero me ayudó a transformarme completamente en Dek. Al hablar el idioma tenía que cambiar toda mi postura corporal para poder producir las palabras”.
Por otro lado, Dimitrius se sometió a una transformación física radical: llevaba lentes de contacto, una prótesis de brazos y piernas, manos y pies por separado, y un casco con las características trenzas de Dek.
“Cargaba 15 kilos extra, pero me favoreció porque los yautja son naturalmente más pesados que los humanos. Mis movimientos naturales son rápidos y enérgicos, así que fue bueno tener la sobrecarga de todo ese vestuario adicional”, asegura el actor.
Una conexión especial:
Tanto para Elle como para Dimitrius, la experiencia de rodaje de Depredador: tierras salvajes estuvo fuertemente marcada por el trabajo compartido. La conexión entre los personajes protagónicos brilla en pantalla, y es el resultado directo del vínculo que forjaron los actores en el set. Actuar “espalda con espalda” durante largas horas y compartir escenas de alta demanda física acercó especialmente a los artistas.
Cuenta Dimitrius: “Hubo días duros y extensos, en locaciones realmente difíciles, y siento que cuando uno se encuentra en esas situaciones, es todo o nada. Algunas personas se quiebran bajo la presión, pero otras se unen y salen adelante. Elle es de esas últimas, y eso hizo que fuera muy fácil trabajar juntos e intercambiar ideas”.
Elle, en tanto, no tiene más que palabras de elogio para su coprotagonista, destacando su energía divertida y su generosidad: “Me sentí muy feliz de haberlo tenido, porque él era el único otro actor en el set. Hicimos las escenas juntos, en su mayoría de corrido… ¡con sus trenzas de Depredador golpeándome la cara todo el tiempo! Sentía su presencia en cada escena. Es una persona increíble”.
Depredador: tierras salvajes ya está disponible en todos los cines a lo largo y ancho de Venezuela.
